Gecko Leopardo – Eublepharis macularius

FICHA DE CUIDADOS 

Descripción

Su nombre deriva del griego eús que significa auténtico y blépharon párpado, mientras que maculare significa ocelo. Debido a su reducido tamaño, su atractiva apariencia y a su fácil manejo entre otras muchas cualidades, el gecko leopardo es uno de los saurios más veteranos en el mundo de la terrariofilia. Este lagarto goza de una popularidad superada por muy pocas especies.

Eublepharis macularius alcanza una longitud hocico-cloaca de unos 15 cm y una longitud total de 20-25cm. A diferencia de otros geckos, los geckos leopardo no tienen parpados fusionados que forman un anteojo transparente, sino que poseen párpados típicos que pueden abrir y cerrar. Otra peculiaridad de estos geckos es que no tienen laminillas adhesivas en los dedos. Estos son delgados y largos y en la punta de cada uno existe una uña parcialmente cubierta por escamas, lo que le priva de la capacidad de adherirse a superficies lisas como el cristal, pero le brinda la capacidad de escarbar. La cola es gruesa y le sirve para acumular grasa que convierte en energía en épocas de escasez. El gecko leopardo es un cazador crepuscular y nocturno. Cuando es agredido emite chasquidos audibles y ante un forcejeo puede desprenderse de la cola (autotomía). La cola se regenera lentamente, aunque a diferencia de la primera, será más corta y gruesa. Durante décadas el gecko leopardo ha sido objeto de selección artificial para obtener diversas variedades cromáticas en EEUU y cada vez más en Europa.

Dimorfismo sexual

Los machos adultos tienen unos marcados poros femorales y un abultamiento visible en la base de la cola, además, éstos son generalmente algo más grandes que las hembras.

Distribución

Desde el noroeste de India hasta el este de Afganistán y el este de Irán, así como en la mayor parte de Pakistán.

Hábitat

Eublepharis macularius habita en zonas rocosas con vegetación rala y bosques secos, en cotas que van desde el nivel del mar hasta los 2.500m de altitud.

Alimentación

El gecko leopardo se alimenta de presas vivas. En cautividad acepta gusanos de la harina, grillos, cucarachas, zoophobas, langostas, gusanos de la miel…etc. No debemos olvidarnos del suplemento de calcio y vitaminas espolvoreadas en el alimento.

Terrario

Los geckos leopardo se pueden alojar de muchas maneras. Los terrarios pueden ser de cristal, madera o de plástico y siempre han de estar bien ventilados. El tamaño del terrario depende del número de ejemplares que vayamos a alojar y obviamente, cuantos más ejemplares, mayor deberá de ser el terrario.

Para esta especie no son imprescindibles los tubos fluorescentes especiales para reptiles que emitan radiaciones ultravioletas, pero sí que deberán disponer de luz para establecer un ritmo diario, así como de algún tipo de sistema de calefacción como focos, folios radiantes o cables calefactores para mantener el terrario entorno a los 25-30ºC de día, que deberán descender a 20-25ºC por la noche. En la naturaleza, tras la puesta del sol, antes de iniciar su actividad nocturna los geckos se termorregulan sobre las piedras todavía calientes de su entorno, por ello, si por la noche permanecen apagados los sistemas de calefacción del terrario, debemos asegurarnos de que tanto la esterilla como el foco hayan calentado una superficie que emule a las cálidas piedras de su hábitat. El terrario debe disponer de lugares donde los geckos puedan esconderse y rocas que les permitan trepar y a su vez, la decoración debe ser funcional para facilitar las tareas de limpieza. Como sustrato puede utilizarse tierra húmeda fácilmente moldeable, que se compacta al secarse. En el terrario nunca debe faltar un bebedero con agua limpia y para evitar problemas de muda, es ideal que dispongan de refugios ligeramente húmedos.

Reproducción

Criar geckos leopardo no entraña mayor problema. Si el mantenimiento general de los geckos ha sido optimo, la madurez sexual la alcanzarán en torno al año de vida. Un periodo de brumación de unos dos meses ayuda a desencadenar el celo. Para esto hay que preparar previamente a los geckos, reduciendo de manera paulatina el fotoperiodo, el alimento y la temperatura en torno a unos 20ºC de máxima y 15ºC de mínima. Transcurrido este período, progresivamente devolveremos al terrario las temperaturas habituales, y alimentaremos generosamente a los geckos para asegurar una cópula y una gestación exitosa. Tres o cuatro semanas después del apareamiento las hembras estarán listas para desovar dos huevos (a veces uno). En condiciones ideales pueden llegar a hacer hasta diez puestas a lo largo del año tras un único apareamiento. Tras la puesta retiraremos los huevos para incubarlos de manera controlada. En esta especie, la temperatura de incubación determina el sexo de las crías; si queremos tener en un 50% de machos y hembras, incubaremos los huevos a 30’5ºC. A 26ºC serán 100% hembras y a una temperatura de 32 serán 100% machos y en menos de dos meses eclosionarán. Estas deberán mantenerse de forma idéntica a la de los adultos